Sacado del blog de Eva Hache , lo que me he reido dios.....
(link roto)
07 de Febrero de 2006
TIMOFÓNICA, MONO, FAUNA Y OTRAS YERBAS
(Ya sé, ya sé que es un tema muy manido, pero éste es mi Blog, hago con él lo que me sale de los cojones y en algún lao tengo que desahogarme, digo yo, así que a joderse tocan.)
¡Que tiempos aquellos en los que Telefónica era la única con capacidad y poderío para encularnos a placer! ¡Oh, nostalgia!. Al menos antes una sabía hacia quien canalizar su odio. Ahora la cosa está tan descentralizada que me es imposible discernir si estoy cagándome en los muertos correctos. "No disperses tu energía, concéntrala" dice el gurú. Pues ya me contarán cómo, si no sé a quien tengo que poner a caer de un burro. Hace tres días se nos estropeó el teléfono en la oficina y la compañía responsable en éste caso ¿es?...emmm...ummm...ni puta idea.
¡Pero quilla"! -dirán muchos- "¿cómo no vas a saber con qué compañía has contratado?". Pues no lo sé, oiga. Lo sabía, pero ya no lo sé. Y no, no soy subnormal profunda. Alguna neurona pensante aún me queda, aunque sea en mal estado. Resuelva ud. el problema, ya que es tan listo. Aquí está el enunciado y ojito, que esto va para examen:
En tu despacho existen dos líneas telefónicas. Una se utiliza como línea de voz y la otra para fax e internet. Inicialmente, ambas líneas son de Timofónica. Con el paso del tiempo, solicitas y consigues el cambio de ambas líneas a Mono. Después, Fauna te dice ven y tú lo dejas todo. Sin embargo, Fauna no lo deja todo por tí y, por algún extraño motivo que desconoces, únicamente hace la portabilidad de la línea de voz, de modo que la otra continúa con Mono pese a que efectúas 857.967 reclamaciones en un período de 8 meses. Si se te estropea la línea de voz, ¿qué compañía es responsable?
-¡Pues Fauna, capullo!-contesta el sabihondo de turno.
-Suspenso, tío gilipollas. Siga rascando y pruebe suerte en la convocatoria de septiembre.
-Eing???
Como lo oyes. Una, en su ingenuidad, lo primero que piensa es en llamar a Fauna. Busco en internet la web, para sacar de ahí el teléfono de atención al cliente. Tecleo en la barra del explorer la url: www.auna.es. Automáticamente me redireccionan a www.ono.com. "Me habré equivocao" -digo para mis adentros-. Tecleo de nuevo. Me redireccionan a ono.com. "¡Ahí va, la ostia!"-pienso yo- "¡Un fanático de Mono ha hackeado la web de Fauna!". Pero no. Llamo a Ono y me sale un contestador que amablemente me explica que ahora Mono es la empresa de telefonía más grande de España, desde que han integrado -y quien dice integrado, dice merendado- a Fauna y que sus servicios son lo más mejor del mundo mundial. A continuación, un ser humano se digna a hablar conmigo.
- Buenos días, bienvenido a Mono, le atiende Menganita Mengano.
- Buenos días tenga usted, por lo que soy yo...por no tener no tengo ni línea de teléfono. Y no podemos estar sin teléfono en un despacho, ¿sabe?. Mi teléfono es de Fauna pero parece que ahora Fauna sois vosotros. ¿Es así?.
- Sí, así es.
- Bien, entonces tengo dos preguntas. Primera: ¿podeis mandar a un técnico a arreglarme el teléfono a la mayor brevedad posible, es decir, YA? Y, segundo...¿quien me va a facturar ahora y con qué tarifas?.
- Respecto a la avería, ahora mismo le paso con un técnico especialista, que efectuará las comprobaciones de línea oportunas. (Las comprobaciones consisten en llamar por teléfono y asegurarse de que no contesto yo diciendo "¡has picao! ¡has picao! ¡era una broma, pardillo!").
- Perfecto. Y sobre lo otro, ¿que?.
- Pues que efectivamente, a partir de ahora será Mono quien le facture.
- Ya, ¿pero con qué tarifas? Porque me imagino que respetareis las que yo tenía contratadas con Fauna.
- Eso no lo sé, tendría que consultarlo.
-¿Comorrr? ¿Me estás diciendo que no solo no os dignáis a avisar de que la compañía con la que contraté ha dejado de existir y que a partir de ahora estoy con otra por el jeto, sino que además es posible que Mono vaya a aplicarme la tarifa que le salga del rabo?
- Señorita, no pretenderá usted que las empresas le consulten cada fusión, escisión y/o absorción que realicen, ¿verdad?.
- Pues no, por mí como si se operan, pero sí tengo derecho a que me notifiq...
-NO
- Y que me...
-NO
- ¿Me va a decir que tampoco tengo derecho a...?
-NO
- ¿Sabías que la esclavitud se abolió en...?
- Piiiiii piiiiiii piiiiii
La muy hijaputa ha colgado. Pero pa chula chula, mi pirula. Aunque no tenga. Comienza el segundo round. 11:35 horas. Consigo hablar con un técnico que previa comprobación me hace saber -toma ya exclusiva novedosa- que mi teléfono, no funciona, tras lo cual me informa de que van a mandar a alguien que lo repare, advirtiéndome que de tratarse de una "falsa avería" (¿¿¿pero no habíamos quedado en que no funciona???), tendré que pagarle el desplazamiento. Es comprensible. Deben tener mucha gente sola y desesperada que se inventa averías solo para pasar un rato agradable en compañía de un técnico. Según ellos, me lo mandan en media hora.
12:35, no viene ni Cristo. Vuelvo a llamar. Me dicen que el susodicho está llegando. 13:35...¿desde donde estará llegando?. 14:35...Habrá tenido problemas con el puente aéreo ...15:35, llaman a la puerta...¡Por fin!.
- Hola, buenas tardes, vengo de Timofónica.
- Será de Mono -digo yo, aunque en la camisa del tío aprecio un bordado con el logo de la otra compañía-.
- No, soy de Timofónica. Es que nosotros nos hacemos responsables de la avería hasta el PTR y de ahí p´alante, si lo nuestro está correcto, ya le corresponde a Mono repararlo. Cosas de la globalización, señora.
- Oiga, de señora nada, que yo juego a rol.
- ¿Cómo?
- Déjelo, déjelo, pase por aquí.
Después de un rato manipulando cables, el tipo me comunica que el tal PTR (que a mí, como si me dice R2D2) está en perfecto estado de revista y que llame otra vez a Mono, porque el problema es de cableado. A continuación, me extiende un bonito albarán donde pone "Falsa Avería" por importe de 50 euros.
- Espere, espere...¿qué falsa avería ni que niño muerto?! ¡que el teléfono no me funciona! ¿qué coño me está cobrando?.
- Para Timofónica es falsa avería, porque lo que está estropeado no es competencia nuestra, es cosa del cableado de Mono.
- Me parece cojonudo, pero es que yo no he llamado a los técnicos de Timofónica, he llamado a los de Mono.
- Ya, ya, si todo el mundo nos dice lo mismo. Pero yo soy un mandao, señora, hable con Mono.
- ¡Y dale con llamarme señora! ¡Que yo juego al rol, cago en dios!
Vuelvo a hablar con Mono. Les digo que no pienso pagarle un duro a Timofónica y que como no me manden a alguien ya mismo, aquí van a llover ostias. Me contestan que eso a ellos se la pela en grado máximo, que ya me apañaré con Timofónica y que me envían un técnico suyo en media hora.
17:30, fumando espero. 18:30, me llaman al móvil para confirmar la dirección. 19:00, me llaman para decirme que el técnico está en la puerta (¿¿¿y por qué no sube???). 20:00, llamo para preguntar en la puerta de quién está el técnico. 20:30, ¡¡por fin!!. El tipo se pone a la faena. 21:30, yo tengo una vida ahí fuera, unos compañeros de piso y unas ganas de irme de cañas y de beber pa olvidar, que no se pueden aguantar...
- Verá, Sr. Técnico. Me encantaría quedarme cenando aquí con usted , pero es que casualmente me he olvidao el cartón de vino, el mantel y los bocatas, que mala cabeza la mía. Yo no sé que entienden en su empresa por "horario de oficina" pero si no me piro ya, no tendré como volver a casa y la idea de dormir aquí en el suelo, calentándome con el ordenador, no termina de convencerme.
Total, que me fuí y allí lo dejé con un compañero que a las diez de la noche se dió cuenta de que también él se había olvidao el mantel, los bocatas y el vino, viéndose obligado a aplazar su cena romántica con el técnico, para mejor ocasión.
Al día siguiente a las 9:00, llego y me desmayo. El Tsunami ha visitado mi despacho. La mesa está desmontada, los papeles esparcidos por el suelo e infinitos manojos de cables asoman por la pared. Compruebo las líneas. Sigo sin línea de voz peeeero...ahora tampoco tengo línea de fax. ¡Alegría!. Llamo a Mono. Les digo de qué mal tienen que morir. Me responden que, sintiéndolo mucho, tengo que esperar 24 horas para que vuelvan a mandar a alguien, porque están colapsados con una avería de mayor urgencia que la mía. Lloro. Apenas una hora más tarde, se presenta el técnico por sorpresa. Cuando le pregunto que qué hace aquí, me mira como si estuviera loca. Se pone a la faena. Tres horas y media después, consigue reparar los teléfonos. Voilá. Me deja un agujero en la pared del tamaño de un puño. Para arreglarlo, dice, tendría que llamar a quienes me hicieron la instalación originaria, hace cuatro años. Bueno, si se me cae la pared encima, al menos ya puedo comunicarme con el mundo exterior, pa llamar a una ambulancia. No hay mal que por bien no venga.
ÚLTIMA HORA:
En casa de mis padres tengo un ordenador con el e-mule pirulando las 24 horas del día. La línea es de Timofónica y la conexión a internet, de Tíscali. Hoy he recibido un mail donde Tíscalí me comunica que ya no es Tíscali. Ahora es Ya.com. Éstos al menos, avisan. Pero no sé que es peor. Tampoco sé si cortarme las venas, o dejármelas largas.