Ahora que leo la noticia en portada he recordado lo que me había pasado hace unos días. Estaba teniendo unos problemas enormes en la carga de algunas páginas, por ejemplo, la del El Pais o la de El Mundo. Otras como la de Google o blogs pequeños y poco conocidos iban como la seda. Me intrigó y me puse a investigar un poco y lo que descubrí era que el común denominador de las descargas lentas eran páginas o imágenes que estaban en servidores de Akamai.
Me pareció rarísimo porque Akamai lo usa medio planeta y no había leído en ningún lado (Twitter y demás) que en ese momento hubiera problemas con Akamai. Luego probé cambiando DNS (estaba usando los de OpenDNS) y poniendo el 8.8.8.8 de Google volvía a las velocidades adecuadas. Hice varias pruebas mas y comprobé que lo nombres de Akamai que resolvía OpenDNS eran los que estaban fallando.
Al final me quedé con los de RedIris que van bien con YouTube (ver artículo de BA) y con Akamai.
Hace unos años la importancia de los DNS estaba en la capacidad de respuesta y el uptime pero ahora, además de eso, cuenta también *a dónde* resuelven los nombres.