Buenas noches a todos.
De nuevo vuelvo a estar online, y no será porque haya podido recuperar mi viejo Samsung R700, ya que su reparación era económicamente inviable.
Lo he tenido en varios sitios, y la cuantía de su reparación, sumando el precio de la placa base completa, la mano de obra y el IVA, rondaba entre 300 y 400 euros, casi nada.
Una vez comprobada la imposibilidad de volver a contar con mi portátil Samsung, la cuestión era qué hacer. ¿Quedarse sin ordenador?
El ordenador, hoy en día, es una herramienta fundamental, igual de fundamental que lo puede ser una lavadora o una nevera. Por ejemplo, yo tengo toda mi correspondencia transferida a la vía electrónica, de forma que a mi buzón no me llega más que propaganda del Telepizza y cosas de esas.
Es por ello que, en esas dramáticas circunstancias, había que tomar una decisión.
Son momentos de crisis, de austeridad, de control de gasto y de responsabilidad... pero no es menos cierto que la adquisición de un portátil se hacía, cuando menos, muy necesaria.
Dado que intento, todos los días, minimizar gastos en cualquier aspecto, lo primero que se me ocurrió fue el de acudir a una de esas tiendas de segunda mano y mirar qué había por allí... pero enseguida lo descarté.
Luego, tras pasearme por varios comercios, me enamoré de un ASUS. Uno de la serie N75... una joya, de pantalla más pequeña que el viejo (15,6'' frente a los 17,3'' de antes) pero de unas prestaciones brutales: 16 Gb de RAM, Intel core i7 2670, 1,5 Tb de disco duro, pantalla LED plus, grabadora de CD y DVD y lector de Blu-ray, USB 3.0, sonido por Bang & Olufsen... y un montón de cosas más.
También me gustaban otros modelos de la marca ASUS y algunos eran también de 17,3''.
Pero, la cuestión, era si debía ahora dar ese paso de comprar semejantes máquinas. Estamos hablando de precios desde los 1200 euros hasta los 2400.
Al final decidí que no, que tales despilfarros son de una gran frivolidad en tiempos tan oscuros y que, dadas las circunstancias tan lamentables en las que vivimos, es momento de una gran austeridad y de sacrificios.
Por eso descarté la idea de comprar un gran ordenador... idea con la que llevo 'fantaseando' bastante tiempo.
Es por ello, que como yo me suelo mover en términos radicales de 'blanco o negro', me he liado la manta a la cabeza y he adquirido un nuevo ordenador.
Pero es un ordenador sencillo, el más barato que he visto entre varios comercios. Me he comprado lo más barato que había en 15,6'' (no quería bajar de ahí ni irme a por un netbook) y con él os escribo ahora mismo.
Lo adquirí el lunes, al precio de 400 euros, ni más ni menos.
Es muy sencillo. Pero para salir del apuro, va de sobra, porque, repito, creo que lo mejor era comprar ahora lo que menos impacto económico me causase.
He comprado un ACER Aspire 5250, con un procesador AMD dual core E300 a 1,3GHz.
Lleva 6 GB de RAM DD3, y una gráfica AMD Radeon HD 6310 de 256 mb dedicados.
Tiene un disco duro de 640 Gb.
Lector/grabador de CD y DVD y una pantalla de 15,6'' con retroiluminación LED.
Lleva lector de tarjetas, su tarjeta de red es fast ethernet 10/100 y wifi b/g/n.
A diferencia de mi viejo portátil, no tiene salida HDMI (si una VGA) ni tampoco bluetooth ni ranura express card.
Lleva 3 puertos USB 2.0 frente a los 4 de mi anterior ordenador.
Lleva instalado Windows 7 (SP1) Home Premium 64 bit frente al Windows Vista de 32 bit del viejo.
Mi viejo disco duro, de 250 GB lo tengo en uso como disco duro externo. Le he comprado una carcasa de esas que se conectan por USB para discos SATA de 2,5 por 19 euros, y mira, algo he podido aprovechar del desaparecido Samsung.
Y esto es todo. Ahora ya tengo ordenador. Un sencillo ordenador, que espero me dure mucho tiempo.
Y en cuanto a mis fantasías de un gran ordenador... más que con un portátil, con lo que fantaseo es con el todo-en-uno de ASUS de 27'' y de 2000 y pico euros.
Pero eso, de momento, sólo son fantasías. La realidad, se llama ACER Aspire 5250.
Ahora ya tengo ordenador en mi casa, y ya puedo navegar por el internet desde mi casa, sin tener que acudir al piso de mi hermano donde me martiriza mientras navego por el internet con músicas de Lady Gaga o Katy Perry.
Ahora puedo navegar por el internet desde mi casa, sin tener que soportar cómo mi hermano me tortura con su insoportable música. Ahora puedo hacer desde mi casa lo que hace la gente normal y de bien, puedo navegar, trolear en foros, robar a los artistas y autores bajando cosas sin pagar y ver videos porno de vez en cuando.
En fin, que me alegro de estar de vuelta. Un saludo. ;)