Porque van a laminar tu paciencia y tu dignidad de ciudadano y consumidor, hasta convertirte en su esclavo. Y con permiso y complacencia de la autoridad competente, en espera de alguna puerta giratoria.
El lamento y el pataleo como recurso para los esclavos, que nunca se revolucionan ni en número ni en intensidasd suficiente, y ya se cuenta con eso.
Hasta cuándo??