Google considera un error el acuerdo que los proveedores de internet británicos han alcanzado para bloquear el acceso a sitios pornográficos por defecto para los nuevos clientes de banda ancha. Los usuarios que deseen acceder a este tipo de webs deberán especificarlo así al contratar su conexión.
La responsable de políticas públicas de Google cree que aunque hay que proteger a la infancia de los peligros de la web, no debe aplicarse censura previa a contenidos que son legales.