Google ha empezado a mostrar una advertencia a los usuarios de su buscador que estén infectados por el troyano DNSChanger.
Este virus formaba parte de una estafa en la que se modificaban los DNS de las victimas sustituyéndolos por unos servidores que dirigían el tráfico hacia sitios de publicidad que reportaban beneficios económicos a los autores del troyano.
El FBI desmanteló la red criminal que gestionaba el virus en noviembre del pasado año, pero aproximadamente medio millón de ordenadores continúan infectados sin saberlo sus propietarios.
El próximo 9 de julio se desactivarán los servidores DNS que hasta ahora se han mantenido activos para que los ordenadores infectados puedan navegar.