La administración dirigida por Trump se plantea tener una red móvil 5G de ámbito nacional propiedad del gobierno en los próximos tres años, como una medida de seguridad nacional para protegerse del cada vez mayor dominio de China entre los fabricantes de equipos, utilizados masivamente en las redes privadas comerciales de las operadoras.
La llegada de los coches autónomos y otras innovaciones que dependen de las comunicaciones móviles para el funcionamiento de servicios críticos hacen que aumenten cada vez más las suspicacias sobre el riesgo de depender de tecnología extranjera.
La nueva red podría utilizarse para soportar las comunicaciones de la administración, como las fuerzas de seguridad, y alquilarse a otras operadoras como red neutra. Además este modelo de red se promoverá para que se implante en otros países aliados.