El Gobierno aprueba un real decreto para acelerar el despliegue de fibra Fuente
MADRID (Reuters) - El Gobierno español aprobó el viernes un real decreto para facilitar y abaratar el despliegue de redes de telecomunicaciones de fibra óptica, incorporando así una directiva europea de hace más de dos años.
"El principal objetivo de este conjunto de reformas ha sido crear un marco regulatorio que favorezca la inversión y se facilite el rápido despliegue de las nuevas redes de fibra óptica y la cobertura de las redes de telefonía móvil de cuarta generación 4G", dijo la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, en la rueda de prensa posterior al consejo de ministros.
Los operadores de telecomunicaciones podrán instalar estas redes de alta velocidad en infraestructuras y obras civiles ya construidas, como canalizaciones (de gas, electricidad o saneamiento), postes, conductos en carreteras, líneas ferroviarias, torres, etcétera.
Además, se propiciará la instalación de fibra en las nuevas infraestructuras para evitar reabrir el suelo.
"Con ello se abaratarán de manera importante los costes de instalar las nuevas redes, se acelera su despliegue y se puede ampliar la cobertura", dijo la vicepresidenta.
Telefónica, que domina el segmento de telecomunicaciones fijas en España, dijo la víspera que quiere llevar su red de fibra óptica en los próximos tres años a la práctica totalidad de los hogares del país, sumando 9 millones hasta los 25 millones en 2020.
España es el primer país de Europa y el tercero de la OCDE en redes de fibra óptica, destacó la operadora, a la que el regulador le pedirá abrir cerca del 65 por ciento de su red de fibra.
En el sector actualmente se libra una intensa batalla por los clientes de mayor rentabilidad, a los que los operadores tratan de atraer con ofertas que empaquetan fibra óptica con internet a alta velocidad, telefonía y datos móviles y televisión.
En los últimos dos años, Orange y Vodafone han redoblado sus esfuerzos en el despliegue de fibra, pero los 15,7 millones de hogares a los que llega el antiguo monopolio de las telecomunicaciones español eclipsan los entre 8 y 9 millones que tienen sus dos principales competidores.