Leemos en La Coz de Malicia Voz de Galicia:
Los farmacéuticos son los primeros que reciben las «toses» en la cara, porque la gente recurre a ellos antes que al médico: «Algunos clientes se han vuelto obsesivos»
Mantenemos la distancia, estamos despachando por un ventanuco y tomamos precauciones. Ahora lo que sí hemos notado es más estrés, las llamadas de teléfono, si antes teníamos diez, estos días son 200, la gente nos pregunta por mascarillas, guantes, antisépticos, todos los días.
Hay personas que vienen a la farmacia dos y tres veces al día: por la mañana, al mediodía y por la tarde. Todos los días. Vienen con la tarjeta, ven que le salen cinco cosas y te dicen: ‘Llevo esta solo’. Por la tarde te llegan: ‘Es que solo me quedaba una pastilla’… Aparecen con disculpas para salir a la calle. Y tú ya les intentas decir que se lleven todo de una vez, pero nada, te ponen excusas.