Segundo post referente a mi reciente viaje a un país de Mercosur.
El penúltimo día antes de mi vuelta, fui al centro de la capital, a comprar souvenirs.
Me topé con una cuadra dónde había como tres o cuatro librerías (bueno, no a la vista: tuve que pasear un poco). Entré en una, que era del tamaño de una cancha de fútbol sala.
Muy pulcra, pero muy cara: para la colección completa de Harry Potter en tapa dura (¿cofre?), cobraban algo más de 100€.
Bueno… Había libros bastante actuales para todos los gustos: para hacer un regalo más oficial, era tremendo.
Voy curioseando, en lo que uno de los dependientes recibe una llamada telefónica: se oye la voz de un niño (o niño rata, según como se mire :P ) que parece ser que sus papás tienen bastante dinero, y adivinad qué libro pide: "Cómo ser un gamer", de un youtuber muy famoso (el que sale en los periódicos estos días por irse a vivir a Andorra). Lo primero que se me pasó por la cabeza fue indignación, porque el hombre no es gamer, pero por otro lado, me alegré de que el hombre anime que los jóvenes lean libros. ¡Hay que concederle dicho mérito!
Es más, no es el primer chaval de 10/11 años que me pregunta sobre dicho youtuber. Allá, el hombre es famosísimo. Creo que hay muchos youtubers españoles que tienen gran parte de su audiencia en América Látina.
Recojo dos libros de bolsillo, y voy a la caja: ambos libros valen algo más de 20€… Desgraciadamente, el TPV no funciona. (eso ya da para otro post: en el país, el maldito M2M va como el c*lo).
Dejo los libros y me voy a otra librería más modesta, con libros de segunda mano. Eso sí, con libros de verdad: absolutamente todos los clásicos de la literatura mundial. Y con dos estantes enteros de libros de autores nacionales. Eso sí, ahí pagué en efectivo, pero era mucho más barato.