La fruta, en los supermercados que he estado visitando, tiene buena pinta por fuera, pero está media podrida por dentro. Es como si metiesen la fruta en cámaras frigoríficas con mal mantenimiento, cámaras controladas por perroflautas mileuristas.
Ya no compraré más fruta en los supermercados. Ahora han puesto un zoco en el pueblo, los domingos, y ahí los agricultores venden directamente la fruta a los consumidores, fruta fresca producida en la misma región, en la misma zona de mi residencia. También tengo algunos árboles frutales, pero los extranjeros, sobre todo los peninsulares ibéricos que están aquí de vacaciones, se la están llevando toda en las mochilas.
Lay ley de la selección natural. Si voy a un supermercado y en lugar de fruta me venden mierda, y si además las cajeras me ponen mala cara, le compro la fruta directamente al pringado del agricultor y punto.