En Junio llega el fin del roaming en Europa. Los operadores habían mostrado su preocupación porque la nueva situción permitise que residentes en un país de la UE utilizasen de forma habitual servicios más baratos de operadores de países en lo que no residen.
La UE aceptó esas reclamaciones porque considera que supondría una alteración artificial de la competencia. Los operadores más baratos pasarían a ser competencia directa de operadores más caros de otros países, y los primeros se verían obligados a dar servicio a un gran número de cientes siempre en roaming, lo que elevaría sus costes y probablemente les obligaría a subir sus precios.
La primera medida que se planteó fue limitar el roaming gratuito a 90 días al año o 30 días seguidos, pero debido a la polémica que generó se retiró a los pocos días. La nueva propuesta, que parece que será la definitiva, establece que si el operador detecta patrones de uso abusivo del roaming gratuito podrá pedir al cliente que justifique ese uso. El cliente tendrá 14 días para demostrar que existe un vínculo estable con el país a cuyas tarifas se acoge y si no lo hace el operador pordrá ampliar recargos en la factura.
Para iniciar el proceso el operador debe detectar que en un período de cuatro meses (periodo de observación) el cliente ha estado más tiempo en otros países que en el propio. Si eso sucede se comunicará al cliente que tiene 14 días (período de alerta) para justificar ese uso, y si las explicaciones no convencen al operador podrá aplicar recargos en la factura.