Vaya una chorrada sacar a portada la subida de la factura promedio, cuando no se tiene en cuenta que la potencia contratada y la consumida pueden no ser iguales.
El dato verdaderamente relevante es éste:
El término fijo de la factura, la potencia contratada, ha subido un 152,8% en 15 años. Ha pasado de los 1,73 euros por kW mensuales (impuestos incluidos y redondeando a dos decimales) de 2003 a los 4,36 euros/kW/mes vigentes desde enero de 2017 hasta la actualidad. En 2008 estuvo en 1,99 euros/kW/mes y en 2013 el precio medio fue de 3,05 euros/kW/mes.
El incremento de la energía consumida ha sido del 61,6%. El kWh estaba en 9,80 céntimos en 2003, mientras que su precio medio en 2018 ha sido de 15,84 céntimos. En 2008 estuvo en una media de 12,24 céntimos, mientras que en 2013 la media fue de 17,50 céntimos.
Ahora ajusten ustedes la inflación, que yo estoy vago.