Euskaltel y Telecable han sido las dos últimas operadoras que han mostrado interés por parte de las infraestructuras de telecomunicaciones de las que Orange va a verse obligada a deshacerse si quiere comprar Jazztel. La operación que está prolongándose ya muchos meses, vive su recta final ya que todos los agentes implicados apuntan a finales del mes de mayo como una posible fecha para conocer el veredicto europeo.
Aunque todo se ha trabado debido al impacto que tiene esta operación sobre el mercado de telecomunicaciones español, desde Orange están dispuestos a ceder algunos activos que resultarían muy interesantes para algunos de los competidores más modestos del mercado nacional. De esta forma la operadora vasca y la cablera asturiana podrían ver la oportunidad perfecta para reforzar su negocio, aunque su oferta parte en desventaja frente a la de otras alternativas de las que ya hemos hablado como Yoigo o MásMóvil, dado el matiz regional de las primeras
La jugada de Bruselas estaría justificada en tratar de armonizar la competencia en España que tras la compra de Jazztel a manos de Orange y la integración de ONO en Vodafone, contaría de nuevo con tres grandes compañías que abrirían una mayor brecha con respecto a los competidores. La cúpula de Orange ya manifestó la semana pasada su optimismo con respecto a una decisión favorable a sus intereses desde la Unión Europea, pero lo cierto es que los días van pasando y el asunto todavía está en el aire.
Continúa la disputa en torno a las redes de telecomunicaciones que le sobran a Orange al pretender comprar Jazztel. La Comisión Europea de Competencia ha planteado a la operadora naranja la opción de vender los activos redundantes con el objetivo de que nuevos competidores puedan entrar en el mercado. En total son ya cuatro las operadoras que están interesadas en estas infraestructuras.