Pues que si, por los motivos que sean, tienes un problema con ellos, no aceptarán el arbitraje para dirimir vuestras diferencias, sino que tendrías que llevarles a juicio. Suponte que llevas un jarrón en el autobús y, de repente, el del autobús pega un frenazo. Se te rompe el jarrón y pides que te lo paguen ya que ha sido culpa de ellos por pegar el frenazo. Si estuviera sometida a arbitraje, podrías ir a la organización de consumidores de tu ayuntamiento, solicitar arbitraje, y ellos serían los que os reunirían, verían las pruebas y decidirían, siendo vinculante lo que dijera el árbitro.
Sin embargo, si no se someten a arbitraje, tendrías que llevarles a juicio.