¡Ay! Permitidme que de forma nostálgica me despida del jod*** 1485... todos esos momentos vividos, todas esas veces en que a cualquier hora el puto 1485 llama a tu teléfono y es indistinto lo que digas porque seguirá insistentemente llamándote, ¡ay!, todos esos maravillosos comerciales que no saben ni lo que es una SIM, ni que existen en España OMVs (claro, llaman desde vaya usted a saber dónde), esa "cobertura digital RDSI" que según los mismos comerciales hace que la cobertura de Movistar sea mejor que cualquier otra cobertura en el mundo mundial, ¡ay! ¡qué momentos!, nada volverá a ser lo mismo (vale, los clientes de Telefónica ADSL se van a cagar, lo sé), no puedo despedirme sin recordar ese momento pletórico en que el 1485 llamó cuando mi ex y yo estábamos "dando lo mejor de nosotros mismos", ¡ay! ¡cómo voy a echar de menos que mi teléfono no pare de sonar en el trabajo, en el coche, en la cama, en el baño,...!... Sí, de aquí a dentro de nada odiaré con toda mi alma también al 1004, pero esa especial manía nunca será igual.