La denucia se produjo en diciembre de 2007 por "prácticas de abuso de posición de dominio". Y ahora se ha determinado que sea el Tribunal Vasco de la Competencia el que decida el caso.
Euskaltel acusó a Telefonica de "haber cobrado a sus propios clientes precios más altos en las llamadas realizadas a móviles de Euskaltel". Estas prácticas habrían supuesto para Telefonica, según la denuncia, "unos ingresos extra superiores a 2,6 millones".
Además, también se la acusa de cometer practicas similares con las llamadas realizadas a terminales Yoigo.
Ya nada nos sorprende, porque este tipo de abusos son habituales por parte del exmonopolio.