Me llamo María y soy de Vitoria
He sigo testigo de una actuación indecente por parte de una abogada de Vitoria, mucho cuidado a quien consultáis ciertas cosas. La citada abogada tiene su despacho en la calle Fueros nº 26 de la citada ciudad y su nombres es Belén García.
Se trata de lo siguiente de cuatro hermanos, uno de ellos con avidentes problemas psíquicos se dirige al citado despacho pidiendo ayuda para reclamar al resto de los hermanos una "supuesta herencia", que ascendía a casi un millón de euros, cuando la realidad era que no llegaba a un cuarto después de los arreglos que uno de los tres restantes había realizado en la vivienda.
La citada abogada en lugar de asegurarse de que se trataba exactamente, lleva el tema al Juzgado haciendo que el asunto se alargue durante varios años. Ni que decir tiene que en cada cita en el Juzgado hacía en ridículo más espantoso destruyéndose a si misma la reputación como abogada: no era capaz de hablar si no era leyendo, llegaba sin saber a lo iba exactamente, no informá a su cliente de varias de las notificaciones que a ella le llegaban por medio del procurador, etc.
En algunas citas en el Juzgado en las que yo estuve presente se formaban dos grupos: la abogada y su cliente por un lado y el resto de la gente incluido el Juez mirándoles con hilaridad. Al final se logró cerrar el letigio gracias al buen hacer del abogado de la parte contraría, es decir del resto de los hermanos, cuyo nombre que también debo decir es, Juan José Seoane.
No puedo decir, porque lo ignoro, a cuanto ascendió el gasto que ocasionó el mencionado letigio pero doy por supuesto que a varios miles de euros. De lo que si tengo conocimiento es de que una buena parte fue para la mencionada abogada.
Sólo un pequeño consejo: antes de dirigirse al despacho de un abogado hay que asegurarse bien de lo que vas a pedir y lo que puedes sacar aparte de unas considerables facturas. De esto fui testigo por mi trabajo en el Juzgado de Vitoria.
