Vale: detalles, buen servicio y buen precio. Pero es cutre. Y la Pepephone del señor Serrahima, para empezar:
- Nunca hubiese mentido afirmando que no había CG-NAT para luego tener que comerse el sapo de rectificar.
- No estaría dando tanto por el culo con obstáculos para que sus clientes pongan el router que les dé la gana, además de capar el suyo a extremos absurdos. Y si tales obstáculos fueran insalvables, el señor Serrahima explicaría las razones de esa política.
Que sí, que seguramente estas cosas son una gilipollez sin importancia para la mayoría de sus clientes. Que seguramente Digi, con sus rompedoras ofertas, va a forzar a los demás a ajustar los precios a la baja en cuanto vaya extendiendo su servicio fuera de Madrid.
Pero no comparemos, por favor. Serrahima puso un listón muy alto en su día y no se ve ni de lejos ningún proveedor que pueda igualarlo en cuanto a honestidad, transparencia y respeto por el cliente. Ni Digi ni ningún otro; porque esos obstáculos a los que aludía van camino de convertirse en tendencia en la hoja de ruta de proveedores de internet y telefonía patrios.