Siento discrepar con parte de lo explicado, pero Digi no es rentable, al menos no ahora mismo. Está en las primeras fases de crecimiento, prueba de ello es la gran cantidad de financiación que está obteniendo (cincodias.elpais.com/companias/2023-05-0…-espana.html theobjective.com/economia/2023-09-29/dig…uda-bancaria amp.expansion.com/empresas/tecnologia/20…68b467f.html), y ojo, no es malo en este momento, es lo normal, se está expandiendo y por ello debe quemar pasta a raudales. El problema es que esa pasta tiene que volver en algún momento, y ahí pueden ocurrir dos escenarios:
- Que Digi consiga ser realmente rentable y pueda mantener precios a la par que ir devolviendo los créditos
- Que Digi se marque un MásMóvil, engorde el gorrino a base de quemar dinero y sumar clientes para al final acabar vendiéndose al mejor postor (poneos como querais, MásMóvil desde hace tiempo ha estado más dedicada a inflar su base de clientes que a ser rentable).
Sobre lo de los empleados nada que decir, todas andan entre 5.000 y 7.000 empleados, pero yo si trabajase en Orange o MásMóvil me iría preparando, porque ahí van a meter una reestructuración de personal de las buenas (mira lo que ha hecho Telefónica hace relativamente poco con la excusa de la reorientación de la empresa).
Pero no es buena idea comparar a Digi con MásMóvil, puede que lo parezcan, pero son empresas bastante distintas.
Digi no es ninguna OMV como Fi y compañía. Es una operadora de pleno derecho, la Telefónica de Rumanía, y desde hace tiempo se sabe, por los movimientos que han hecho en otros países, que su objetivo es ser literalmente el cuarto operador, tanto en clientes como en capacidad de red, tirando fibra propia allá donde puede. No sé como usarán la red que les toque de las remedies, pero espero que aprendiesen del fiasco de MásMóvil y su triple cobertura.
En cambio, MásMóvil tiró poca fibra per se, la mayoría que tiene es comprada a través del Grupo Euskaltel, Ibercom y Yoigo. Siempre ha vivido de acuerdos con terceros operadores, y hasta la compra de Yoigo nunca tuvo red propia. Durante los últimos años, sólo se ha dedicado a comprar otros operadores y agruparlos bajo su paraguas, AKA sumar base de clientes. Ahora han conseguido lo que sus jefes, los fondos de inversión, llevaban buscando desde el principio: vender el grupo a otro operador más grande.