La filial de Coca-Cola en Sudáfrica ha exigido a SodaSteam que retire el anuncio del aeropuerto internacional OR Tambo, en Johannesburgo. El argumento: las latas y botellas pertenecen a Coca-Cola, por más que hayan sido recogidas de las calles por SodaStream para denunciar el despilfarro de los refrescos (y, de paso, vender más fuentes de soda). La fuente de refresco incorpora una única botella reutilizable.
El fundador de SodaStream no puede estar más feliz por la demanda de su competidor, lo que multiplica el alcance de su campaña de publicidad: "Nos sentimos incrédulos de que Coca-Cola esté ahora reclamando la propiedad de miles de millones de botellas y latas de basura en el planeta que llevan su marca. En ese caso, deberían ser denunciados ante la Corte Internacional por todo el daño que está causando su basura".
SodaStream es una empresa de origen israelí que lleva varios años arañando cuota de mercado a Coca-Cola y otros fabricantes, pero todavía es un pigmeo en el mercado global (su capitalización bursátil es el 1% del de su rival, señala Forbes). Su mercadotecnia gira en torno a la sostenibilidad medioambiental, la facilidad de uso y la salud: SodaStream utiliza un azúcar natural llamado Stevia.
La empresa cuenta con el respaldo de activistas como Susan Sarandon, quien en este vídeo elogia la aportación de SodaStream al medio ambiente, tal vez ignorante de que la verdadera aportación que todos podemos hacer es beber agua del grifo y enterrar para siempre el agua y los refrescos embotellados.