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La CMT, el regulador de las telecomunicaciones, decidió ayer en su consejo rechazar las pretensiones de Euskaltel que pretendía que la CMT ordenara el traspaso en bloque de los números de los 450.000 clientes que mantiene en el País Vasco y por lo que mantiene un conflicto con Orange (la antigua Amena).
La causa del conflicto procede de que Euskaltel y Orange rompieron el acuerdo que mantenían -y que permitiía a Euskaltel comercializar los servicios de telefonía móvil de Orange en el País Vasco- debido a que la empresa vasca firmó un acuerdo de operador móvil virtual con Vodafone.
El grupo vasco pretendia que la CMT ordenadse el traspaso en bloque de esos clientes a la red de Vodafone a lo que Orange se oponía porque consideraba que los clientes eran suyos. El consejo del regulador ha decidido que serán los clientes de Euskaltel los que decidirán, individualmente, si quieren realizar una portabilidad a la nueva red de Euskaltel, pero siempre con el condicionante de que deberán acreditar su voluntad uno por uno. También se levantan las prohibiciones que se habían impuesto a ambos grupos de realizar acciones comerciales sobre la base de clientes en disputa.
Sin embargo, el regulador establece una medida cautelar que indica que, en el caso de que el actual sistema de portabilidad entre operadores no fuera capaz de asumir de una forma ágil y en un plazo de tiempo corto el volumen de clientes que soliciten su traspaso a la nueva red de Euskaltel, se podría poner en marcha un sistema que permita las portabilidades masivas. Con todo, el sistema de portabilidad entre operadores canaliza aproximadamente 350.000 solicitudes mensuales.