Castilla y León dispondrá a mediados del próximo año de la Red de Ciencia y Tecnología (RCTCyL), un circuito de unos 1.600 kilómetros de fibra óptica que revolucionará la conectividad de once entornos universitarios. Esta infraestructura dotará a la Comunidad de una infraestructura troncal que podría albergar otros usos ya que estará conectada con la red nacional RedIRIS-NOVA, que se caracteriza por tener 14.000 kilómetros con 175 puntos equipados con tecnología óptica. Además, en un futuro se podría ampliarse a la red hospitalaria universitaria, centros tecnológicos e institutos de I+D+i.
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