Hay muchos medios para hacerlos...
La más compleja y segura:
1) Buscás una casa en venta o abandonada. Mejor si se encuentra lejos de tu domicilio real.
2) Te fijas bien el entorno del lugar, sus actividades cotidianas, sus hábitos "normales".
3) Realizas el pedido y les dices la dirección de la casa en venta o abandonada. Le dices que te lo envíe en determinado día y si es posible, la hora. O un pedido "para el día siguiente".
4) Esperas en la puerta de la casa o dentro si es una casa abandonada. Antes de ingresar o sentarte a esperar, te fijas si hay movimientos extraños, fuera de lo común... automóbiles que no suelen estar... vecinos en rutinas extrañas... Si es demasiado fuera de lo normal, o algo te dice que no es un día "normal", o si te da mala espina, mejor sigues de largo.
5) Si todo aparenta normal, te sientas a esperar al correo que te traerá lo que te has cardeado. Firmas cualquier garabato y te vas. Por lo general no te piden identificación ya que se supone que eres el dueño de la casa. Aparenta ser natural.
Si es invierno, mejor, así te pones una bufanda y te reconocen menos.
6) Nunca uses la misma dirección dos veces.
Las más simples e inseguras:
1) Le dices a un vecino que le llegará un paquete que es tuyo, que has dado la dirección incorrectamente
2) Le envías el paquete a un amigo cómplice
3) Lo envías a una dirección que sabes que no hay nadie viviendo (en venta o abandonada) muy cercano a tu domicilio real y le dejas pegado una nota en la puerta diciendo que estás en otro domicilio (con la dirección de tu casa).
Cuando se pongan a investigar, en los registros del correo tendrán el de la casa falsa. Pero si profundizaran con el cartero (si es que tiene buena memoria o lo dejó registrado en algún lado), podrán llegar a tu casa.
Sobre todo querría decir que nunca hagan carding y menos que menos sean el dropsite. Al menos que tengan una mentalidad delictiva algo sofisticada y tengan experiencia criminal en el ámbito informático, serán atrapados muy fácilmente.
Los métodos de drop descritos aquí no tienen finalidad apologética, sino informativa y advertidora.