Empiezan salir a la luz los resultados del caos del sistema judicial.
En esta ocasión el Tribunal Supremo se ha visto obligado a anular la condena a 30 años de prisión impuesta por la Audiencia Nacional a un terrorista de los Grapo por el asesinato de un policía debido a un cúmulo de negligencias policiales y judiciales en el proceso.
Llama la atención una de estas negligencias, que una testigo protegida imprescindible para el caso y que había reconocido al criminal "sin ningún género de dudas", no compareció ante el tribunal porque la Policía Judicial se limitó a buscarla en el colegio donde trabajaba, pero, al ser el mes de julio, el centro estaba cerrado, y eso a pesar de contar con su dirección, etc, etc.
El resto de las negligencias son también de pandereta:
elmundo.es/elmundo/2008/04/03/espana/1207189425.html
Todos los que hemos tenido algún "encuentro" judicial podemos dar fe de la situación caótica que se vive en los juzgados, ya desde las diligencias previas y "a ojo"... :-o :-( , dan ganas de sacar un móvil NOKIA y prestárselo para que "ordenen" todo... un simple PC sería ya un sueño para ellos.
Llama la atención los medios tecnológicos, humanos y económicos que un ciudadano sufre para hacerle llegar una sencilla multa de tráfico (aparcamiento) y que a uno lo localicen tras cambiar de varias residencias y ciudades, y le lleguen las AMENAZAS DE EMBARGO por no pagar 36€ pero para CRÍMENES DE VERDAD no hay medios...
Esto va también por este anterior post:
Cuando no se cumplen las condenas penales y la Justicia...