Ahora se ve mucha gente de ciudad merodeando por los campos. Aquí, a este país, viene gente de todas partes del mundo. Algunas personas que no tienen recursos en su país sí que tienen dinero para pagarse el billete del tren, avión o patera, o sea, tienen dinero para venir aquí pero luego aquí se instalan sin tener recursos, sin tener trabajo, sin papeles, sin nada.
Ahora te ves en los campos gente de ciudad, conduciendo coches caros, y llenando los maleteros de productos robados en el campo. Con la crisis mucha gente no puede pagarse la comida, pero quiere vivir igual o mejor que cuando no había crisis. Lo que importa en este país es lucir un coche caro, un teléfono móvil caro y vestir ropa de marca para aparentar riqueza, para darse el pego de rico aunque luego tengan que ir al campo a robar los alimentos.
Creo que no hay nada más vil, nada más ruin, que robarle a un trabajador, quitarle la fruta a un pobre hortelano que se pasa todo el año en el campo, a un ganadero que se sacrifica para tener dos cabezas de ganado, pero ahora, con la crisis, como la alimentación está cara, ala, a ir al campo, en Audi por supuesto, a robarle a los pringados.
En mi pueblo se nota mucho la gente de las grandes ciudades, pues por lo general son gente que no te dan los buenos días, que miran al que tienen al lado como si fuese un enemigo público número uno, gente embrutecida por la jungla de asfalto que le importa un pepino la gente que le rodea, esos tipos que si cambia el semáforo y tú tardas más de un segundo en arrancar empiezan a tocarte el claxon y a recordarte a tu familia.
En este país hay puerta libre para que todo el mundo entre aquí y se instale aquí para siempre, y como aquí delinquir sale barato, se está llenado el patio con toda la peor escoria del mundo. Todos los delincuentes más grandes del mundo mundial terminan buscando residencia en este país, y sumado a la crisis, el campo del hortelano se está convirtiendo en un campo de batalla de la Primera Guerra Mundial, pues los campesinos tienen que atrincherarse para tratar de defender su patrimonio. En la guerra mundial te daban una medalla, pero si ahora te cargas a un tío en legítima defensa se te cae el pelo:
Cuando te vengan a robar a tu casa pon el culo si no quieres pasarte una temporada a la sombra.
Si esta es la democracia del país del progresismo, apaga y vámonos.