Tras mas de un mes de sufrir problemas en sus conexiones de internet y telefónicas, los clientes de Auna en Canarias por fin van a poder disfrutar del servicio por el que pagan, según informó Inocencio Hoyo, Delegado Regional de Auna para asuntos submarinos y pre-troposféricos.
A continuación explicamos las fases de dicha reparación.
La primera fase de este proyecto se ha visto retrasada hasta las fechas navideñas debido a que en un primer momento se pretendió contratar el batíscafo Nautilus, famoso por haber participado en las labores de reparación y vaciado del petrolero Prestige frente a las costas gallegas, pero tras arduas gestiones esta contratación ha sido imposible pues ya había sido contratado por Telefónica para revisar el cable submarino que de esta empresa que une la península con el archipiélago canario, en esta labor esta siendo apoyado por el buque oceanográfico Hespérides así como por el buque escuela Juan Sebastián el Cano y el portaaviones Príncipe de Asturias, el trasatlántico Queen Ellisabeth II y el velero Alinghi. en estas comprobaciones no se encontró ningún defecto por ello todos estos medios abandonaron la búsqueda de el cable defectuoso.
Ante estos inconvenientes Auna se ha visto obligado a realizar la búsqueda con sus propios medios, en un primer momento se opto por contratar un barco de turistas de los que tienen el suelo de cristal para poder localizar el cable submarino, y una vez trazado el recorrido de dicho cable se pasó a la comprobación manual del estado del cable, para ello en los últimos días ha contratado a varios hombre ranas del club de natación Martianez del Puerto de la Cruz, la decisión de escoger a estos submarinista es debido a su experiencia en las profundas aguas de los Lagos Martianez.
Estos buzos submarinos han realizado una exhaustiva labor de reconocimiento visual del cable submarino, para ello se le ha dotado de un bono mensual para los ferries de Fred Olson y Transmediterranea, en mitad del recorrido interinsular se lanzaban al océano y con la velocidad de la caída comenzaban la inmersión hasta las profundidades abisales.
Todos estos esfuerzos dieron su fruto en la mañana de ayer, cuando el buzo manolo localizo el cable submarino que había sido cortado por una langosta, la cual fue capturada y formará parte de su cena de nochevieja.
Por desgracia la reparación del cable no pudo ser realizada en ese momento pues el buzo manolo informó que el soplete no se le encendía, a pesar de que la bombona de camping-gas era nueva.
Afortunadamente el buzo ha podido avisar de su situación a la central de Auna, la cual tras desviarle al 902, le comunico que debería permanecer en la superficie del océano, sobre la vertical del cable y que hoy, día 28 de diciembre se acercará la patrullera de salvamento marítimo para llevarle un rollo de cinta americana, para así poder realizar la reparación.
