PassMark Software desarrolla un software llamado PerformanceTest que realiza varias métricas de rendimiento, que puede ser descargado por cualquier persona del mundo y los resultados pasan a englobar una gigantesca base de datos que suele servir de referencia para mucha gente en comparativas de procesadores. Los resultados pueden variar en pequeños porcentajes dependiendo de la calidad de la placa base, de los chipsets que ésta contiene, o de la latencia de los módulos de memoria, por lo que no sirve para afinar exactamente el rendimiento absoluto de un procesador en concreto. Pero para lo que SÍ sirve esta métrica y su base de datos de resultados, es para comparar procesadores de diferentes generaciones que distan mucho en el tiempo.
Así pues, podemos hacer una comparativa entre la potencia de tu i3-3210 con otros modelos que se han propuesto en este hilo. Personalmente yo no suelo cambiar de procesador mientras el rendimiento de una generación posterior no supere el 250% - 300%, algo que suele suceder cada 5 años para precios similares.
Modelo CPU (año) | Resultados CPU Benchmark |
i3-3210 (2013) | 2061 |
Xeon E5 2640 (2012) | 6322 |
i3-10100F (2020) | 8781 |
Ryzen 3 4300G (2020) | 11102 |
https://www.cpubenchmark.net/compare/Intel-i3-3210-vs-Intel-i3-10100F-vs-AMD-Ryzen-3-4300G-vs-Intel-Xeon-E5-2640/1865vs3863vs3808vs1216
Por ejemplo yo pasé de un i5-6500 de 2015 que daba 5642 puntos a un Ryzen 5 PRO 4650G que da 16483 puntos, eso es básicamente una subida de un 300% en potencia bruta de cálculo. Con placa base incluida (pues afortunadamente ambas eran DDR4) me salió todo por 320 euros, pues pude aprovechar absolutamente todos mis antiguos componentes que en su día escogí de buena calidad y fui actualizandolos poco a poco. No digo que tú puedas hacer exactamente lo mismo, porque a veces toca (como es tu caso) cambiar absolutamente todo y no se puede aprovechar nada.
@Solospam sugirió adquirir un SSD SATA en formato M.2 pero personalmente yo no malgastaría el zócalo M.2 en almacenamiento SATA, que podemos seguir comprando todavía en formato de disco de 2.5" , anclarlo a la caja y conectarlo a un puerto SATA normal, y reservaría el zócalo M.2 para un módulo NVMe que va a funcionar como poco a 3200 MB/s que supone casi 6 veces más que un SATA que vaya a 550 MB/s (aunque al doble de precio, eso es cierto, pero lo puedes dejar para más adelante cuando tengas mayor presupuesto).
Lo que no se puede (o más bien debe) tener en 2021 es un disco mecánico como disco anfitrión para el sistema operativo, que no sé si es todavía tu caso, pero por lo que explicas parece que sí. Aparte del incremento de velocidad sostenida de un SSD SATA (550 MB/s comparado con los típicos 70 MB/s de un disco duro de 2013, si no lo has cambiado en estos años) lo importante de los SSD son el increíble número de operaciones por segundo (80.000-120.000 comparadas con las apenas 10 de un disco mecánico bueno, o las exiguas 5 de un disco mecánico que tenga una década). Solo este tema, te va a hacer que el sistema operativo te arranque en 10 segundos, o los programas en solo 2 segundos. En un NVMe esto se reduce incluso a la mitad.
Así que lo primero que te aconsejo, en el caso de que todavía no te hayas decidido a cambiar de equipo, es comprar un disco SSD SATA (por ejemplo un Crucial MX500 que lo tienes en PC Componentes por 58,77€ los 500 GB o 85,21€ los 1000 GB) y clonar tu sistema operativo actual al nuevo disco con el programa que lo acompaña. Evaluar el rendimiento del equipo con el disco SSD y si ya ves que no te llega a solucionar la vida, cambiar todo el PC. Aunque la oferta del equipo HP con el procesador 4300G es muy buena, y de un solo paso cambias todas las tecnologías.