La actualidad de Auna tiene que ver con las rebajas. El grupo de telecomunicaciones, al que se atribuye la intención de acometer un nuevo recorte de plantilla que afectaría a entre el 10 y el 15%, ha comenzado a soltar lastre por la parte más alta de la pirámide de la organización. Desde las últimas semanas, cerca de una docena de importantes ejecutivos de la compañía negocian su salida sin motivo aparente de despido...
El ajuste de plantilla está afectando a ejecutivos de Auna pertenecientes a las áreas de marketing, atención al cliente, recursos humanos y ventas. Además, los distintos responsables de áreas, a instancias de la dirección general, han tenido que redactar una lista de posibles bajas en sus departamentos, como han confirmado a El Confidencial distintas fuentes informadas del proceso. Una medida que choca con la política de blindaje propuesta para parte de la alta dirección, que no se ve afectada por los recortes.
Auna está siendo asesorada en el diseño de la nueva estructura organizativa por la consultora Boston Consulting Group, con la que tiene firmado un contrato de prestación de servicios, como reconoce la propia operadora de telecomunicaciones. Según las fuentes consultadas, desde la compañía han rehusado contestar a las llamadas de este diario, “se está sacando a gente de alto nivel para, posteriormente, negociar en mejores condiciones con el comité de empresa”.
Este goteo de salidas ha hecho que las especulaciones sobre el futuro de la compañía estén a la orden del día. La reciente llegada de responsables de recursos humanos a la oficina de Barcelona, donde Auna Holding cuenta con su sede central, ha terminado por desatar comentarios de toda índole sobre la posibilidad de que la compañía prepare un nuevo expediente de regulación de empleo (ERE). Este extremo ha sido negado por el propio consejero delegado, Joan David Grimá, que ha desmentido la existencia de dichos planes.
Un recorte de plantilla por este sistema sería imposible de acuerdo con las cláusulas firmadas por Auna con los sindicatos a cuenta del anterior ERE, suscrito el 30 de diciembre de 2002, que afectó a cerca de 750 personas (de las casi 1.000 propuestas) a lo largo de 2003 y 2004, en las que se comprometía a respetar plenamente las garantías de empleo de los trabajadores hasta 2006, dos años después de haber concluido la primera reestructuración.
“Se está despidiendo a gente del holding, del núcleo corporativo, con el fin de reducir estructura y gastos”, explica una fuente próxima a la compañía. La primera interpretación que se realiza de estos ajustes dentro de la propia Auna, que hace unas semanas presentó una oferta de 2.400 millones de euros por su competidora Ono, es que “estos cambios hacen más fáciles las fusiones”.
Sea este el motivo, o sea la prevista salida a bolsa de la compañía, Auna está llevando a cabo un proceso progresivo de ajuste de su plantilla, compuesta actualmente por 2.000 trabajadores. Este fin de semana se ha conocido la externalización de 100 trabajadores, decisión que forma parte del contrato firmado con Ericsson, por el que ésta se hace cargo del mantenimiento de las redes de cable por un periodo de 5 años.
Fuente El confidencial.com