Bueno, por fin me cortaron el teléfono ya era hora. La samana que viene les devuelvo los equipos (el router más viejo que Tutancamon).
Ha sido un largo matrimonio que empezó en 2005, hasta ahora, 17 años padeciendo esta vergüenza de empresa.
Primero, ni si quiera me instalaban internet por estar en un pueblo de 1300 habitantes, que encima, es de la zona costa de Huelva (no es una aldea de Ruanda).
Muchos años hubo que padecer su vergonzoso ADSL rural, con 3 megas de velocidad. Era tan rápido que me caía de la silla al nevegar vamos. Al pagar si que me caía, 70 euros al mes. 860 euros al año por 3 megas.
Pasados unos 6 años, decidieron mejorar la velocidad hasta 10 megas que nunca se cumplieron y bajaron el precio a unos 45 euros. A lo bajinis y poco a poco, fueron subiendo, subiendo y subiendo hasta conseguir su preciado objetivo, el tarro de miel de los 70 euros. Volvieron a ponerlo a 70 €.
En su empeño por creer que estamos en Ruanda, África, muchas veces nos hicieron sentir personas de segunda por vivir en un pueblo. Los que venían a pasar las vacaciones o, tenían que cambiar Internet por un libro, el perídico o hacer senderismo. Si tenían que usar Internet para hacer gestiones en su empresa o los muchos estudiantes universitarios que hay aquí (a los que sus padres les pagaron las carreras trabajando duramente en el campo), tenían que apañárselas como podían, excluidos de la sociedad digital. Vives en un pueblo eres cateto, no mereces nada mejor. Gracias Movistar.
Redes móviles precarias, con repetidores que se apagan al haber cortes de luz, que son muy frecuentes en la zona y una gran trifulca con denuncia del ayuntamiento por negarse a cambiar las baterías de la decrépita central.
Vigilancia a la central cazando los coches de Cobra para hablar con los técnicos, que por vergüenza me dejaron entrar en la sala de baterías de la central. Todo el suelo sucio, lleno de babas (espuma sulfatada) que bien parecía una instalación de la Segunda Guerra Mundial. Esas baterías bien podían ser de los 80. Técnicos hablando con sus superiores, con el móvil en manos libres y diciéndole al responsable de zonas… Las baterías están muy mal… - ¿pero pueden aguantar? - Es que están muy mal… - Vale, pueden aguantar. Tapón en la boca al técnico y a mirar para otro lado.
Visitas de su responsable de zona, con discursos moralinos donde nos recordaba lo afortunados que eramos por tener un servicio precario y caro y nos contaban unas historias fantásticas de que el ADSL se cortaba por "la caló" y que iban a mejorar el aire acondicionado de la central. Un lugar vallado, con antenas llenas de nidos de cigueñas, que ni siquiera se molestan en limpiar.
Y todo esto, con prácticas que rozan la ilegalidad, por ejemplo, cuando antes en mi empresa nos cortaron el teléfono, porque se inventaron una factura de unos 6000 euros, en equipos que nunca habíamos pedido ni recibido (cuando a telefónica se le ocurrió la feliz idea de vender ordenadores y facturar falsamente - vamos a decir presunto).
Una verguenza de empresa, decadente, que le importan un pimiento sus clientes.
Así es como pienso, pese a que los empleados de Movistar que circulen en este foro piensen lo contrario - no muerdas la mano que te alimenta -
Como se negaron a darme la baja y me engañaron, porque al llamar al 1004 me dieron un número de baja que era falso, no existía, todo esto después de haberme grabado, tuve que contactar con ellos por Twitter y desde ahí ya sí cursaron la baja. Menos mal, por lo menos, el call center de Twitter era honrado. La española que me atendió desde los Madriles, me tomó el pelo completamente.
Por fin, ya no pertenezco a Movistar.
El objetivo ahora es nunca más volver a contratar nada de ellos. Nunca.
¡Aleluya!
Como muchos ya sabrán en este foro, tengo fibra con un operador local y de momento he contratado 100 megas simétricos, que van muy bien (se complen de 92 a 98 mb y haciendo el test con el móvil incluso sube a 110 mb). En la zona, ahora, podemos incluso contratar 600 megas simétricos.