La Unión Internacional de Telecomunicaciones ha publicado los requisitos técnicos de la quinta generación de telefonía móvil, denominada IMT-2020. Las especificaciones más notorias son que cada estación base deberá suministrar hasta 20 Gbps de velocidad de descarga y 10 Gbps de subida para el total de dispositivos conectados a la celda, que podrá ser de hasta 1 millón por km2. Individualmente, la velocidad sostenida será de 100/50 Mbps con una latencia de 4 ms. como máximo. Además, la red 5G tendrá que soportar el desplazamiento del dispositivo a una velocidad de hasta 500 Km/h.
Para ofrecer estas prestaciones, el 5G utilizará ingentes fragmentos de espectro, de entre 100 Mhz a 1 GHz, lo que obligará en muchos casos a utilizar bandas de frecuencia más elevadas que las actuales.