Samsung renueva su teléfono estrella con el nuevo Galaxy S III, un terminal que destaca por su pantalla de 4,8 pulgadas de alta definición y procesador de cuatro núcleos.
Su no aparición en la pasada Mobile World Congress de Barcelona fue una de las principales noticias del evento, que se quedó con los HTC One como los nuevos teléfonos más avanzados del evento.
Samsung ha esperado a mayo para presentar el sustituto del Galaxy S II, un teléfono que ha vendido más de veinte millones de unidades y que ha sido hasta ahora el rey de la gama alta en Android.
El nuevo Galaxy S III cuenta como principal atractivo una pantalla Super AMOLED de alta definición (1.280x720 píxeles) de 4,8 pulgadas, a la que se suministran imágenes desde un procesador de cuatro núcleos fabricado por la propia Samsung, el Exynos 4 funcionando a 1,4 GHz, acompañado por 1 GB de RAM y versiones de 16, 32 y 64 GB de memoria interna. Todo ello, en un cuerpo de 8,6 mm de grosor y 133 gramos.
La conectividad se basa en HSPA+, aunque habrá versiones LTE en el futuro. Como es de esperar, lleva Wi-Fi, GPS, NFC y Bluetooth 4.0.
En cuanto a las cámaras, la trasera es de 8 Megapíxeles con capacidad para grabar vídeo FullHD, y la frontal permite videollamadas de 1,9 Megapíxeles.
Por último, el apartado de software queda cubierto con la última versión de Android, la 4.0 "Ice Cream Sandwich", con la habitual capa personalizada TouchWiz de Samsung. También estrena el sistema S Voice, un asistente por voz al estilo del Siri del iPhone 4S.
Se estima que su precio será de unos 700 € y que llegará a Europa a finales de mayo en la versión HSPA+, y los modelos con LTE tendrán que esperar a verano.