Lo leíamos hace unos días en Technology Review. La compañía radicada en Virginia GigaBeam presentó su sistema inalámbrico WiFiber, con transferencias de 1.25 a 10 Gbps, gracias a maximizar el potencial de todas la bandas de frecuencia en RF: Desde 71 a 76 GHz, 81 a 86 GHz y 92 a 95 GHz. La Torre Trump en Nueva York, ya dispone de un transmisor de esta compañía así como el Dartmouth College y la Universidad de Boston. Según fuentes de la misma, están posicionando el producto como un sustituto de la fibra óptica en situaciones donde es muy caro el despliegue o donde se necesitan grandes velocidades.
Aunque no es nuevo, lo que hace a la tecnología de GigaBeam diferente es que explota una parte distinta del espectro electromagnético. Sus sistemas usan una región del mismo cercano a la luz visible, a frecuencias de teraherzios. El problema son los costes. Se habla de 45.000 dólares para un juego completo de transmisores y receptores.
En End of Wires afirman que "para este tipo de sistemas Punto-a-Punto, hará falta mantener línea de vista entre los extremos y que las condiciones atmosféricas deben ser siempre las ideales para sostener estas velocidades, pues la niebla o la lluvia pueden obstaculizar en gran medida la conexión hasta el punto del corte completo del vínculo". En cambio, según GigaBeam esto no supone un problema por las frecuencias utilizadas.