La Comisión Europea pide a las administraciones locales que le ayuden a crear una red WiFi de uso gratuito y de ámbito europeo que permita a los ciudadanos encontrar fácilmente un acceso a internet en sus desplazamientos.
La nueva red no pretende tener una cobertura masiva, sino que está destinada a los "principales centros de la vida pública", como "parques, plazas, edificios oficiales, bibliotecas, centros de salud y museos". Para ello, Europa pagará el coste de los equipos y su instalación, mientras que las autoridades locales deberán asumir el coste de la suscripción del acceso a internet y el mantenimiento de la red en su municipio.
El proceso para adherirse a la red se ha simplificado al máximo, para evitar trámites burocráticos que dilaten la puesta en marcha. Una vez se abra la convocatoria, los proyectos se seleccionarán por orden de llegada.
El presupuesto es de 120 millones de euros, con los que se espera desplegar hasta 8.000 puntos de acceso en los próximos dos años, para atender hasta 50 millones de conexiones al día.