Vodafone ha sido una de las empresas participantes en la consecución de las primeras llamadas de voz sobre redes móvil LTE de cuarta generación. Una tecnología que, al ser totalmente IP y pensada para datos, presenta dificultades para las comunicaciones tradicionales.
Uno de los problemas de la tecnología LTE es que, al estar pensada para tener comunicación IP extremo a extremo, los sistemas actuales para portar voz no eran compatibles. Se necesitaba una solución VoIP, que la GSMA llamó VoLTE.
MultiService Forum, una asociación global de proveedores de servicios, fabricantes y vendedores de equipamiento, ha organizado el evento MSF VoLTE Interoperability donde se quería demostrar el funcionamiento de las comunicaciones vocales por las redes de última generación a nivel global.
El experimento se fraguó en dos lugares a la vez y por dos operadoras: Vodafone en Dusseldorf (Alemania) y China Mobile en Beijing (China), siendo totalmente satisfactorio, funcionando de acuerdo con las directrices de la GSMA y con el apoyo de fabricantes como Zte, Huawei, Cisco, Samsung o Alcatel-Lucent, entre otros.
Se pudieron hacer llamadas VoLTE dentro de las propias redes de cada sede y, además, entre Alemania y China, superando los retos de interconexión que la tecnología planteaba.
Con esta demostración, la intención es hacer que las operadoras se sientan con mayor confianza para desplegar LTE.
Lo cierto es que hasta ahora, aunque ya hay teléfonos compatibles con LTE en el mercado (sobre todo en Estados Unidos), para realizar una llamada hay que cambiar a las redes tradicionales 3G o 2G ya que, como hemos comentado anteriormente, LTE todavía no es capaz de transportar voz a nivel comercial.
Una vez se implante VoLTE, otro de los retos debido a las diferencias tecnológicas será que las llamadas no se corten cuando se pierda cobertura 4G y se tenga que hacer un cambio a una red más antigua.
