Vodafone no ha podido justificar la razón por la que consultó en el fichero de morosos Asnef las deudas de una persona que no era cliente. Las operadoras comparten información de los clientes que no pagan las facturas, pero solo pueden consultar los datos de un usuario si ha contratado sus servicios.
No todo el mundo puede ser cliente de las operadoras de telecomunicaciones. Aunque en la mayoría de los casos ni nos demos cuenta, en el proceso de alta al contratar una de sus tarifas de fibra o móvil, las operadoras hacen una pequeña investigación sobre la solvencia del cliente. El objetivo es determinar si podrá pagar las facturas mensuales de los servicios que ha contratado. Desde el día que el cliente suscribe el contrato, las compañías incurren en gastos de envío, expedición de la tarjeta SIM, instalación o equipamiento y con esta criba se trata de evitar que clientes con un historial previo de impagos en otras empresas vayan a engordar la cartera de impagados.
Este análisis de solvencia del cliente se denomina scoring. En él se asigna una puntuación que indica la mayor o menor probabilidad de que no pague las facturas, a partir de los datos que figuran en el fichero Hunter en el que Telefónica, Vodafone, Orange y MásMóvil inscriben a sus malos clientes, además de los clásicos ficheros de morosos como Asnef. Este tipo de ficheros están contemplados por la ley como un tratamiento lícito de datos personales, sin embargo para poder consultar los registros de un ciudadano, debe haber una relación contractual.
Esta condición no se daba en un caso1 estudiado por Protección de Datos por el que Vodafone ha sido condenado. Un usuario denunció a la operadora tras solicitar a Asnef qué le informase sobre qué empresas habían consultado sus impagos y descubrir que unos de ellos era Vodafone, compañía con la que nunca había contratado ningún servicio. La respuesta de la operadora fue que no se ha podido identificar el origen de la consulta. La sanción una vez aplicada bonificación por pronto pago asciende a 40.000€.
