El presidente de Vodafone en España ha analizado la actualidad regulatoria del mercado de las telecomunicaciones que, en su opinión, beneficia a los servicios como Skype, y ha advertido que el modelo de regalar teléfonos para captar clientes estaría cerca de su fin.
El operador pide igualdad regulatoria
Además de anunciar la llegada de la tecnología LTE a nuestro país que ya hemos tratado anteriormente, Francisco Román ha aprovechado su asistencia al XXV Encuentro de las Telecomunicaciones celebrado en Santander para poner de manifiesto que el nivel de tráfico de datos en las redes móviles sube a mucho mayor ritmo al que lo hacen los ingresos de las operadoras, obligando a subir el porcentaje de inversión.
Este incremento en el uso de Internet móvil tiene a los servicios VoIP como Skype o Viber unos de los principales beneficiados, ya que permiten cursar llamadas entre usuarios de estas plataformas a través de las redes de datos sin pagar al operador de voz.
Además, en opinión de Román las operadoras tradicionales están en desventaja regulatoria respecto a las nuevos participantes en el mercado de la voz, pues critica que las normas siempre les afectan a ellos, mientras que estos competidores recientemente aparecidos no reciben el mismo trato al no estar obligados a ciertos compromisos de privacidad o a registrar llamadas.
De hecho, acusa a éstas obligaciones que imponen los reguladores de los mercados de significar el 50% del descenso de los ingresos del sector, además de volver a animar a los proveedores de contenidos a hacer frente común con las operadoras para invertir en mejorar las redes.
La subvención de terminales puede tener los días contados
Por último, desde Vodafone España parecen augurar el final de la subvención de terminales.
Ésta viene siendo en los últimos años una práctica muy habitual entre las tres grandes operadoras de telefonía móvil en España, para que los clientes consigan terminales de última generación a coste muy bajo a cambio de un tarifa mínima mensual y una permanencia, además de ser una de las principales razones de portabilidad.
Son 1.600 millones de euros al año lo que los operadores españoles gastan en teléfonos, una cifra que se sitúa al mismo nivel que la inversión en red y que supone entre el 25 y el 28% del gasto.