La red de fibra de verdad de Vodafone no es de las más grandes del país. La apuesta en su momento por el cable HFC al comprar Ono, hizo que a finales de 2016 la operadora aparcara sus proyectos de despliegue de fibra hasta el hogar. En la actualidad esta red, que acaba de cumplir una década, cubre unos 3,8 millones de hogares, que gracias a que no dependen del cable coaxial, podrán en el futuro acceder a velocidades más elevadas.
Otros 7,4 millones de hogares tienen cobertura de Vodafone a través del cable HFC. Aunque en su momento la tecnología de esta red se actualizó a DOCSIS 3.1 para soportar velocidades de hasta 1 Gbps, e incluso la operadora probó algunas mejoras para estudiar la posibilidad de llegar a 3 Gb, definitivamente el cable coaxial de cobre no puede seguir compitiendo con las velocidades del futuro que sí es capaz de ofrecer la fibra.
Es por eso que solo los hogares con cobertura directa de FTTH de Vodafone podrán beneficiarse de la nueva mejora que Vodafone va a iniciar en 11 ciudades.
XGS-PON de Vodafone
Los equipos OLT que iluminan desde las centrales la red de fibra empezarán a equipar tarjetas con XGS-PON, tecnología que convive con el actual GPON. De esta forma la velocidad de la red podrá alcanzar los 10 Gbps simétricos, ofreciendo velocidades reales de hasta 8 Gbps.
Las ciudades seleccionadas son Madrid, Barcelona, Sevilla, Málaga, Pamplona, Badalona, Marbella, Olesa de Montserrat, Ciempozuelos, Las Rozas y Sant Vicenç dels Horts.
Vodafone asegura que el despliegue será progresivo y continuará durante los próximos años en todo el país. Sin embargo, por el momento estas velocidades estarán reservadas para "empresas y administraciones públicas", según se indica en el comunicado.
El anuncio de Vodafone tiene una segunda lectura, ya que evidencia que finalmente Vodafone entiende que el futuro pasa por la fibra, lo que a largo plazo implicará el apagado de la red de HFC, incapaz de competir con más velocidad y con unos costes operativos mucho más elevados.
