
La telefonía móvil es un servicio cada vez más barato. Cientos de minutos y gigas, si es que no son ilimitados, vienen incluidos en tarifas ofrecidas por multitud de operadoras que cuestan poco más que una entrada de cine. Los consumidores se han acostumbrado a ver la misma cifra en su factura cada mes independientemente de la cantidad de llamadas o lo mucho que usen los datos móviles.
Esto no es siempre así, ya que hay un pequeño concepto que a menudo se cuela en la factura, incrementándola en unos pocos céntimos. La mayoría de consumidores ni siquiera se ha dado cuenta de un cambio que se ha producido en los últimos años, a medida que las operadoras han ido retirando discretamente de sus tarifas un servicio que antes solía estar incluido: los mensajes SMS.
El cambio no es dramático. Al fin y al cabo ¿quién sigue enviando SMS? Sin embargo los SMS no solo han dejado de estar incluidos o se ha reducido la cantidad incluida (caso de Finetwork), sino que su coste sigue aumentando.
El precio de un SMS se sitúa entre los 5 céntimos que cobra Digi y los 50 céntimos de MásMóvil y Yoigo. Algunos operadores y tarifas concretas los siguen incluyendo, como Vodafone (aunque controla y factura el uso excesivo) u O2.
Los últimos en subir precios han sido Simyo, que pasó de cobrar unos 11 céntimos por mensaje a 18. La subida más drástica la hizo recientemente MásMóvil/Yoigo, al pasar a cobrar de 20 céntimos a 50 por mensaje, una subida del 150%.
Vodafone | Incluidos |
---|---|
Lowi | 0,10€ |
Digi | 0,05€ (1000 incluidos a números Digi) |
Movistar | 0,30€ |
O2 | Incluidos |
Orange | 0,25€ |
Jazztel | 0,25€ |
Simyo | 0,18€ |
MásMóvil | 0,50€ |
Yoigo | 0,50€ |
Pepephone | 0,1089€ |
Por qué los SMS son cada vez más caros
El público en general ha dejado de usar los mensajes SMS para comunicarse, al haber alternativas mucho más completas y económicas, como la mensajería tipo WhatsApp, pero los SMS se siguen empleando para muchos usos, como la verificación automática de números de teléfono por parte de aplicaciones, que no requiere la intervención del usuario. También se siguen empleando como sistema de comunicación en dispositivos IoT antiguos, como alarmas.
Las tarifas con SMS ilimitados también han sido utilizadas en equipos no permitidos como los SIM box, utilizados para el envío masivo de mensajes, a menudo de spam, minimizando así el coste respecto a lo que costaría su envío a través de servicios especializados. Las operadoras prohíben expresamente en sus contratos el uso de estos dispositivos concentradores de tráfico que emulan ser teléfonos móviles de usuarios particulares y bloquean estas líneas cuando detectan un patrón de uso abusivo.
Puesto que el usuario común ya no envía SMS, su uso se ha especializado y a menudo es una ruta de entrada de tráfico abusivo, las operadoras restringen cada vez más su uso. Al dejar de estar incluidos en las tarifas, el uso residual que aún tienen se convierte en una modesta aunque renovada fuente de ingresos.