No hay un sólo mes en los últimos cinco años en el que el ADSL indirecto haya dejado de perder clientes. Hasta ahora. Según la última nota de la CMT, noviembre de 2009 es el primer mes en los últimos años en el que el ADSL revendido aumenta el número de usuarios. Las medidas de la CMT, como la rebaja del precio mayorista y el ADSL sin línea, además de la entrada de Vodafone, parecen haber dado la vuelta a la tortilla.
Es uno de los datos que aparecen en la última nota mensual de la CMT publicada esta semana y que ha pasado desapercibido. Pero es muy significativo que repunte por primera vez la contratación del ADSL indirecto, un cambio que no tiene precedentes.
El ADSL indirecto lleva años perdiendo usuarios. En enero de 2007 había 578.449 líneas de ADSL indirecto. Desde entonces, no hay un sólo mes en el que el ADSL indirecto haya dejado de perder usuarios. Se trata de un cambio natural, a medida que los operadores se instalan con equipos propios en nuevas centrales empiezan a desagregar los pares a los que daban servicio mediante ADSL indirecto hasta entonces. Pero otra razón es en la falta de competitividad del sistema de reventa de la oferta mayorista de Telefónica, que deja un margen comercial muy ajustado para los alternativos y aumenta la cadena de intermediarios, lo que repercute en la calidad del servicio.
La rebaja de precios mayoristas que efectuó la CMT a finales del verano pasado junto con la disponibilidad efectiva del naked ADSL han vuelto a hacer atractivo el ADSL indirecto. Vodafone fue el primero en tirarse a la piscina unificando el precio de las ofertas en zonas indirectas con las de cobertura directa. Orange y Jazztel también han bajado el precio del indirecto en los últimos meses. Todo ello ha repercutido en que este mercado, donde todavía hay cientos de miles de usuarios de banda ancha cautivos del operador dominante, pueda acceder a alternativas más económicas y en muchos casos con mejores prestaciones.
Para la CMT regular el indirecto es complicado. Si se mejoran excesivamente sus condiciones se corre el riesgo de que los alternativos prefieran utilizarlo, aplazando el despliegue de cobertura directa. Pero si no se interviene, los usuarios en zonas de no cobertura quedan a merced de Telefónica y ésta evita tener que rebajar el precio del ADSL.