Los clientes de las grandes operadoras siguen siendo un objetivo prioritario para las redes criminales que se dedican al robo de terminales móviles de alta gama.
Las filtraciones de datos que sufren frecuentemente las empresas y la corrupción de personal colaborador lo ponen fácil, permitiendo que los atacantes dispongan de información precisa sobre su víctima con la que personalizar la aproximación a ella mediante ingeniería social.
A esto se suman los fallos que descubren en el proceso de verificación de la identidad del cliente, como el que permitía hacerse pasar por un agente para conseguir el código enviado por SMS para acceder al área cliente. Una vez allí, solo queda modificar los medios de contacto que luego se emplearán para confirmar la compra.
Aprovechando la financiación de móviles que las grandes compañías ofrecen a sus clientes, su objetivo es adquirir el terminal a nombre de la víctima y completar con éxito el paso más difícil: que la víctima les entregue voluntariamente el paquete.
Hace unos meses conocimos el caso del locutor de radio Santiago Bustamante, quien en el último momento se dio cuenta que estaba siendo víctima de un fraude y decidió no entregar al repartidor el paquete. Dentro había un Samsung Galaxy S24 Ultra valorado en 1.279€ que le había enviado Vodafone. Los criminales que lo habían pedido en su nombre, le llamaron haciéndose pasar por la operadora para disculpárse por el error y pedirle que lo devuelva entregándolo a su mensajero.
Nueva variante del timo para robar el móvil de las manos del cliente
La variante de este engaño la conocemos gracias a un cliente de Movistar que sí se creyó la historia y ha sido víctima del robo de un iPhone comprado a su nombre por el que ahora tiene una deuda de 1592€ con la operadora.
En su caso el engaño se inició con una primera llamada haciéndose pasar por Movistar, con ruido de call center de fondo incluido, para preguntarle qué tal le iba el router. Es habitual tener problemas con el wifi, así que para solucionarlos le enviaban un paquete con un router nuevo. El técnico encargado de la instalación se podría próximamente en contacto con él para concretar los detalles de la instalación.
Desde una cuenta de WhatsApp con el logo de Movistar el supuesto técnico le pidió poco después que cuando llegue el paquete le mande foto con el código de barras para validar la instalación. Así hizo el usuario 2 días después. Tras enviar la foto, llamó el técnico explicando que le habían enviado por error un modelo de router incorrecto, que ordenaba la recogida y la entrega del modelo adecuado. Lamentablemente la víctima se creyó la historia y los criminales se hicieron con el paquete.
Además de haber reclamado a la operadora1 solicitando evidencias sobre cómo se verificó su identidad al hacer la compra, el afectado ha presentado denuncia en la policía y puesto el caso en manos del juzgado.
