El 23 de abril de 2004, hace ahora casi 9 años, Julio Alonso, bloguero e impulsor de Weblogs, escribió un post de título SGAE=Ladrones. Tres años después, el 20 de febrero de 2007, la SGAE le envió un burofax amenazante. Tras la demanda y varios juicios perdidos, ya en casación, el Tribunal Supremo ha dado la razón al bloguero y anula su condena. En la sentencia se pone de manifiesto que prevalece la libertad de expresión sobre el derecho al honor de la SGAE, y se critica la actuación de la misma. La defensa la llevaron Carlos Sánchez Almeida y Javier Maestre.
Por tanto esta Sala considera que los términos empleados pudieran resultar literal y aisladamente inadecuados, pero al ser puestos en relación con la información difundida y con el contexto en el que se producen, de crítica a la actividad desarrollada por una entidad, hacen que proceda declarar la prevalencia del ejercicio de la libertad de expresión frente el derecho al honor del demandante.
La resolución del Tribunal Supremo no incide en que Alonso no sea responsable según la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información sino en la libertad de expresión del autor.
"Los derechos y las libertades no son gratis. Costó mucho conseguirlos y costará también mantenerlos. Hay que ejercitarlos. Hay que defenderlos. Hay que luchar por ellos. Hay que unirse para hacerlo y hay que ayudar a los que lo hacen, aunque a ti en ese momento no te afecte. Y hay que estar dispuesto a perder algo para defenderlos", explica Alonso.
