Telefónica tendrá su propia red de distribución de contenido con la que acercará y mejorará el acceso de sus clientes de ADSL a la información remota de los portales de Internet que estén dispuestos a pagar por ello. Se trata de la nueva estrategia para monetizar el tráfico sin tocar la neutralidad de la red.
La operadora materializa así el nuevo modelo del que viene hablando desde hace un tiempo, en el que los proveedores de contenido tienen que sufragar parte de los gastos para hacer llegar su información a los usuarios. La solución que propone Telefónica no es más que crear un CDN o red de distribución de contenidos que replica la información remota (por ejemplo, un vídeo de YouTube) en servidores alojados dentro de la red de la operadora y que están más próximos a las redes de acceso que utilizan los clientes.
No es incompatible con la neutralidad de la red
No se trata de ningún invento nuevo. Este tipo de redes se emplean desde hace tiempo para mejorar el acceso a los contenidos. El primer ejemplo es Akamai, al que grandes portales de Internet pagan para acercar sus contenidos por todo el planeta. También Google lo utiliza. El uso de un CDN no está reñido con la neutralidad de la red.
Pulso entre operadoras y proveedores de contenidos
La jugada de Telefónica es muy astuta. Ofrece su CDN de pago a los proveedores de contenido, que es justo lo opuesto a la estrategia que ha iniciado Google, que ofrece servidores de cache local que los ISP pueden instalar gratuitamente dentro de su red. En ambos casos el efecto final es el mismo, solo que el modelo de Telefónica es de pago y el de Google es gratuito.
Nada impide que las cosas sigan como hasta ahora, con conexiones extremo a extremo entre la red de origen y la de destino, intercambiando tráfico en los puntos neutros mediante acuerdos de peering y a través de carriers cuando esto no es posible. El problema es cuando una operadora pone condiciones draconianas para hacer peering gratuito mientras ofrece su CDN de pago como solución a la congestión.
La baza de Telefónica es que cuenta con una enorme base de clientes y a los proveedores de contenido, sobre todo a los nuevos servicios de vídeo que están por llegar, como Netflix, les interesa que estos puedan acceder con calidad. Pero el tiro puede salir por la culata si los clientes de una operadora comprueban que no pueden acceder con calidad a los servicios que desean. La solución en ese caso será cambiar de proveedor de Internet.