
Al igual que LaLiga, Telefónica es promotor activo de los molestos bloqueos de direcciones IP que en los últimos meses han venido afectando negativamente a la conectividad de internet hacía conocidos servicios de la nube durante los partidos de fútbol.
Aunque su división audiovisual responsable de Movistar Plus+, figura junto con LaLiga como demandante en la sentencia que autoriza los bloqueos, la operadora ha dejado durante este tiempo que sea su socio el que protagonice las noticias -muchas veces negativas- sobre este asunto, tratando de permanecer en un segundo plano.
La estrategia no es arbitraria. Que el mismo proveedor que debe cuidar de la calidad del acceso a internet sea quien la dañe para proteger intereses propios no es la mejor imagen que proyectar de cara a los clientes, especialmente si son profesionales y empresas.
Escrito de Telefónica a la Comisión Europea
Sin embargo, la verdadera posición de Telefónica sobre los bloqueos la podemos encontrar firmada de su puño y letra en su contribución1 a una consulta que la Comisión Europea ha realizado con el sector para decidir futuras medidas que protejan a los eventos en directo de la amenaza de la piratería.

El escrito de Telefónica, firmado el pasado 27 de mayo por su directora de asuntos europeos, es interesante porque ayuda a entender el enfado de los proveedores de internet con las tecnológicas. En los últimos años estas han participado activamente en el desarrollo de mejoras del cifrado de tecnologías clave para el funcionamiento de la red, lo que está despojando a las operadoras de los instrumentos con los que filtrar la navegación.
DNS públicos, VPN, ECH y HTTP/3 impiden los bloqueos
Telefónica señala que hasta el 46% de los usuarios de servicios de acceso a internet admiten el consumo de contenido audiovisual pirata, por lo que pide que se endurezca la normativa.
La Ley de Servicios Digitales y las recomendaciones de la CE son insuficientes para combatir la piratería de deportes en vivo, puesto que no afectan a servicios de alojamiento y compartición de ficheros, servidores DNS públicos y VPN. Para Telefónica, estas son tecnologías que "facilitan el acceso a recursos con contenido ilegal, evadiendo o evitando la detección por parte de un proveedor de servicios de Internet".
La operadora señala la aparición de nuevas tecnologías que impiden a los proveedores de internet tomar medidas en su red para frenar el contenido ilícito, ocultando la ubicación del usuario, cifrando el tráfico y haciendo más complicada su inspección.
Por ejemplo, el funcionamiento de las llamadas Redes Privadas Virtuales (VPN), que ocultan la ubicación real; el uso de modificaciones del protocolo TLS como ECH (Encrypted Client Hello), que oculta información a los ISP en conexiones HTTPS; y el uso de QUIC, que se ejecuta sobre UDP y facilita la ocultación de la conexión.
ECH cifra el nombre del dominio al acceder a una web HTTPS, un fallo que venía siendo explotado por las operadoras para saber el destino de la navegación de usuario. La demanda de los bloqueos ya señalaba a ECH como el responsable de la pérdida de efectividad del filtrado. Por su parte, QUIC es una parte fundamental de HTTP/3, donde el cifrado está presente prácticamente desde el primer bit intercambiado. En ambos casos Cloudflare ha sido parte activa de su estandarización y la primera empresa en desplegar estas tecnologías en su red.
Telefónica también menciona a las redes P2P basadas en el reproductor Acestream, cuya tecnología es empleada por hasta el 40% de las plataformas deportivas pirata. La web de este reproductor está bloqueada en España desde el 2022, a pesar de no alojar contenidos. LaLiga también persigue activamente a los usuarios finales que la emplean para ver fútbol solicitando el pago de una multa de 262€. Para ello emplea los datos identificativos de clientes facilitados por las operadoras en cumplimiento de una sentencia judicial.
Finalmente, como LaLiga, Telefónica lanza graves acusaciones contra Cloudflare, al asegurar que viola órdenes judiciales de forma consciente y sistemática, al proveer protección a servicios piratas.
El nivel de incumplimiento y falta de cooperación no tiene precedentes: el intermediario Cloudflare Inc., que opera en España, infringe las órdenes judiciales (como se mencionó anteriormente), negándose consciente y reiteradamente a proporcionar medidas de protección efectivas respecto a los servicios pirata que gestiona.
Telefónica mantiene un contacto activo y continuo con todo tipo de intermediarios para facilitar todas las vías de cooperación destinadas exclusivamente a lograr la protección efectiva del contenido audiovisual. Sin embargo, con ciertos intermediarios, solo encuentra resistencia a cumplir tanto con las sentencias judiciales como con las estrategias sensatas para combatir la piratería en línea, en particular de deportes y otros eventos en directo.