El pasado octubre la CNMC desreguló el 76% de la red de fibra de Movistar y ahora Telefónica va a hacer valer su nueva libertad aumentando un 80% los precios que cobra a otras operadoras por usar su red, lo que condenará a muchos usuarios a perder el servicio.
Las operadoras alternativas se han apoyado históricamente en la red de Movistar para llegar allí donde no cuentan con red propia. Gracias a la oferta regulada NEBA que la CNMC obliga a Telefónica a ofrecer a sus competidores, Orange, Vodafone, MásMóvil y el resto de operadores pudieron ofrecer fibra cuando todavía la huella de cobertura de su propia red era reducida. El objetivo de la CNMC era que Movistar contenga sus precios para poder competir con las ofertas de los alternativos donde de otra forma hubiese habido una situación de monopolio.
Con la fibra indirecta NEBA los operadores alternativos pagan un precio fijo de alquiler mensual por utilizar el bucle virtual de fibra. El importe fijado actualmente por la CNMC para este servicio es de 16,68 € mensuales.
NEBA de ámbito provincial cuenta con 926.887 líneas mientras que NEBA local, también conocida como VULA, alcanza ya casí 2 millones de líneas, después de 4 años de crecimiento contínuo.
El pasado octubre la CNMC llegó a la conclusión de que el 70% de la población ya cuenta con suficientes redes de fibra alternativas, por lo que no tenía sentido seguir obligando a Telefónica a compartir la suya. La resolución de la CNMC fijaba un periodo transitorio de 6 meses después del que el 76% de los 26,5 millones de accesos de fibra que tiene desplegados Movistar quedarían libres de obligaciones regulatorias. Este periodo finaliza el próximo 21 de abril y Telefónica piensa ejercer la libertad que se le ha dado justo a partir del día siguiente.
Fin de NEBA a partir del 22 de abril
Los operadores alternativos están recibiendo una misiva de Telefónica donde se anuncia que a partir del 22 de abril procederá a "deshabilitar en los sistemas contratadores la posibilidad de contratación de nuevos accesos del servicio regulado". A partir de esa fecha las operadoras deberán solicitar la baja o se les pasará a cobrar el nuevo precio no regulado que Telefónica ha fijado libremente en 29,93€. Se trata de un brutal aumento de casi el 80% respecto a lo que se pagaba hasta ahora, lo que ante la ausencia de márgenes condenará a muchas operadoras a dejar de utilizar la red de Telefónica, obligando a los clientes actuales a buscar alternativas.
La misiva finaliza con una enigmática advertencia para los operadores que no den de baja el servicio antes de esta fecha, pero soliciten "movimientos de postventa" diferentes a la baja, ya que "podrían generar incidencias ajenas a la responsabilidad de Telefónica" cuya naturaleza no se detalla.
Afortunadamente en los últimos años Telefónica ha firmado acuerdos privados fuera de NEBA con varias operadoras, que les permite utilizar su huella de fibra a un precio contenido a cambio de comprometerse a contratar cierto volumen de líneas. Estos acuerdos siguen vigentes, por lo que los clientes de grandes operadores como Vodafone o Digi y las marcas a las que revende el acceso, no deberían verse afectados.
