Telefónica anunció el hito de 1.000 centrales de cobre clausuradas una vez que en las zonas que éstas daban servicio se ha completado el despliegue de la nueva red FTTH y migrado a los clientes desde la red telefónica de cobre a la fibra.
Evolución del cierre de centrales hasta octubre de 2022
El cierre de las dos primeras centrales ADSL se produjo en noviembre de 2015 con las centrales Can Rabella en Barcelona y Peñascales en Madrid. Desde entonces y hasta agosto de 2021 se ha completado el cierre de 761 centrales, aunque han iniciado el proceso 1.010, cifra que corresponde con el anuncio de Telefónica1.
Como se puede ver en el gráfico del volumen de centrales ya cerradas o con fecha de cierre anunciadas, en mayo de 2021 se ha producido un importante aumento en el ritmo de cierre que se mantendrá de forma intensiva hasta octubre de 2022, para cuando se espera haber completado el cierre de 2.239 centrales.
Hasta ahora el cierre de centrales ADSL no ha supuesto mayores problemas ya que eran exclusivamente utilizadas por Telefónica, sin embargo, los cierres iniciados este año han afectado por primera vez a centrales con otros operadores coubicados, que se ven obligados a abandonar las instalaciones y dar servicio a sus clientes desde otras redes y ubicaciones. Será la tanda final de cierres prevista para a partir de 2024 la que más afectará a los operadores alternativos. En septiembre de 2025 un total de 3.045 centrales habrán echado el cierre, cifra que puede variar a medida que Telefónica comunique nuevos cierres.
Puedes consultar el listado de centrales ADSL con cierre comunicado en esta hoja de cálculo.
En septiembre de 2020 Telefónica tenía activas 4.762 centrales de cobre, de las que unas 1.400 tienen alojados en su interior equipos de otras operadoras. A su vez estas centrales dependen de otras 1.876 centrales cabecera de fibra FTTH, que cuelgan de 682 centrales agregadoras de tráfico donde están los puntos de entrega a operadores de la fibra indirecta NEBA.
Qué proceso sigue el cierre de una central ADSL
Los operadores alternativos disponían hasta ahora de 5 años una vez Telefónica comunicaba el cierre de una central, para buscar otras formas de dar servicio a sus clientes, bien sobre su propia red, la de un tercero o mediante el alquiler de la nueva red de fibra de Telefónica. Este periodo de 5 años se ha reducido a solo 2 para los nuevos cierres comunicados.
6 meses antes del cierre de una central finaliza el llamado periodo de garantía y se inicia el periodo de guarda. Aunque los operadores coubicados siguen utilizando los servicios de la central, ya no pueden dar servicio a nuevos clientes. Llegada la fecha de cierre, Telefónica está obligada a apagar la red de cobre y los clientes no migrados se quedarían sin servicio, aunque por circunstancias excepcionales puede solicitar una prórroga a la CNMC. En ese momento los operadores coubicados deben desmontar sus equipos DSLAM, bastidores, jaulas y cableado.
Por qué el cierre del cobre afecta a las redes FTTH alternativas
Aprovechando la regulación que permite a los operadores alternativos instalar sus equipos en el espacio de las centrales y utilizar su infraestructura, muchos operadores alternativos instalan en ellas sus equipos OLT, armario repartidor ROM y cableado que da servicio a redes de fibra hasta el hogar alternativas. La CNMC dice2 que Telefónica no tiene ninguna obligación de seguir prestando ese servicio una vez finalizado el periodo de guarda, lo que implica que las operadoras alternativas deben negociar con Telefónica su continuidad o llevarse sus equipos del edificio, con la consiguiente interrupción del servicio para sus clientes.
Por otra parte, y manteniendo la regulación actualmente vigente, en aquellas centrales desde las que los operadores han desplegado accesos FTTH y han hecho uso de la coubicación para establecer sus equipos ópticos de acceso, pero que no son a su vez centrales cabecera de Telefónica, Telefónica no tendrá la obligación de seguir prestando dichos servicios mayoristas una vez finalizado el periodo de guarda. A este respecto, cabe recordar que tanto esta condición como la lista de centrales cabecera son conocidas de antemano por los operadores alternativos, que por lo tanto han de asumir la posible discontinuidad en la prestación de este tipo de servicios en centrales distintas de las identificadas por Telefónica como centrales cabecera a los efectos de su propio despliegue de la red NGA.