
Los alternativos pagarán más por alquilar las líneas de Telefónica que llegan hasta los hogares de los clientes, gracias a la primera subida del precio del alquiler del bucle. La CMT avisa de que se trata de un primer aumento, que deberá realizar nuevas revisiones al alza próximamente.
Este es un coste fijo que los operadores pagan a Telefónica cuando desagregan el bucle telefónico de un usuario. En ese caso, el par de cobre se desconecta físicamente de los equipos del operador dominante para conectarse a los equipos propios de un alternativo. El alquiler del par tiene un precio de 7,79 € desde noviembre de 2008. Con la nueva revisión aprobada por el consejo de la CMT, el precio sube un 6% hasta los 8,32 €, lo que representa un aumento de 53 céntimos.

Primera ocasión en que aumenta el precio de alquiler del bucle
El precio del alquiler del bucle lo calcula la CMT a partir de la contabilidad de coste de Telefónica. Desde el 2001, cuando costaba 13 €, ha ido descendiendo en sucesivas revisiones. Mientras que el precio vigente hasta ahora estaba basado en los datos contables del 2006, el nuevo precio tiene en cuenta los del 2008 y entra a valorar otros aspectos.
Telefónica ha sido la primera interesada en la subida, alegando que "unos precios tan reducidos como los actuales no fomentan el despliegue de redes y la inversión eficiente, sino que desincentivan la posible inversión por parte de los operadores en redes alternativas de nueva generación". Pero también a Ono, que dispone de red propia, le interesa que suban los precios. De hecho, esta subida le parece "insuficiente".
Habrá más subidas
La CMT reconoce en su resolución que se trata de un "primer paso" y un "ajuste parcial" que deberá completarse "una vez se disponga de más información sobre los costes eficientes". El precio en futuros aumentos podría situarse entre 8,51 y 9,17 €.
Impacto en el precio que pagan los usuarios
La subida no debería trasladarse a nivel minorista, ya que se han venido realizando rebajas en el precio de otros costes que soportan los alternativos, como el coste eléctrico que pagan por los equipos ubicados en las centrales, o el precio de las líneas alquiladas con las que los alternativos conectan las centrales con su red troncal. Estas reducciones les dan margen para absorber las nuevas subidas, según la CMT.