
El ex monopolio ha decidido renovar el contrato de denominado bucle de cliente que mantenía con sus empresas colaboradoras y no aprobar una nueva licitación que, según denunciaban los instaladores de fibra óptica, suponía rebajar los baremos de pago a las subcontratas que luego éstas repercutían en sus trabajadores. Aún así, se mantiene la convocatoria de huelga general debido, según los afectados, a que ya actualmente su empleo es precario. Dicho 'paro' es ampliación de la que se lleva realizando en Madrid desde el día 28 de marzo solicitando la retirada del contrato que mantiene Telefónica con sus contratas.
Actualizado: Seguimiento de la huelga en Twitter
El comité de huelga quiere decir alto y claro que no se ha reunido con Telefónica directamente todavía, aunque lo reclama públicamente. El conflicto no hará más que recrudecerse si Telefónica monta un teatro de negociación con las cúpulas sindicales sin tener en cuenta a los comités de huelga, verdaderos representantes de los trabajadores en este escenario. Sólo la huelga ha obligado a Telefónica a anunciar la retirada del Contrato de Bucle, y sólo la lucha hará que se sienten a la mesa de negociación para hacer realidad lo que han publicado más todas nuestras reivindicaciones, firmadas y rubricadas por todas las partes en un documento. El comité de huelga necesita ver concretadas las garantías de no-represión que, a buen seguro, nos tienen preparadas si aflojamos en la huelga.
Este contrato no es baladí. No solo se trata del lugar donde Telefónica está centrando sus esfuerzos, el despliegue de fibra óptica, sino, además, da trabajo a 15.000 personas y la facturación para las subcontratas se estima en 500 millones de euros anuales.