Una de las cosas que no le gusta de nuestro país a la holandesa KPN, propietaria de Simyo, es la falta de una legislación que límite la permanencia que exigen las operadoras a sus clientes y regule el bloqueo de terminales.
KPN ya ha iniciado acciones legales contra Belgacom en Bélgica y contra Vodafone y T-Mobile en Alemania por este tema. Ahora, la operadora anuncia una "ambiciosa ofensiva" en España para conseguir "una normativa que regule los contratos de permanencia y el bloqueo de terminales". De hecho ya ha iniciado conversaciones con diferentes organismos oficiales y asociaciones de consumidores, con el fin de informarles de sus planes.
"Nuestro objetivo es denunciar la falta de transparencia para el consumidor, ya que los operadores no están obligados a especificar que los teléfonos móviles que asocian a su servicio se encuentran bloqueados"
Lógicamente lo que Simyo persigue es romper las ataduras impuestas por los grandes operadores a sus abonados ya que esto es precisamente lo que impide a los usuarios portar su línea a compañías con precios más atractivos.