Leopoldo Fernández Pujals, "padre" de Telepizza, se ha hecho con el 24,9 por ciento de Jazztel, la operadora de banda ancha creada en 1997 por el argentino Martín Varsavsky. Además, anunció que inyectará 61,8 millones de euros para relanzar la compañía que está de actualidad al haber mejorado en el segundo trimestre de 2004 su beneficio neto en un 19% y haber ofertado el ADSL 1 Mb por 39€ más llamadas de voz locales gratis. ¿Un nuevo cambio en la compañía?. De momento, el éxito ha acompañado a su nuevo accionista y tras el anuncio de compra cerró la sesión en bolsa con una revalorización del 35,71 por ciento, la mayor con creces del parqué español. Se sentará como presidente y nombrando a dos consejeros, con lo que suma un tercio del órgano de administración.
Fernández Pujals, cubano de nacimiento, estudió contabilidad y finanzas y entró a trabajar en la multinacional norteamericana Procter&Gamble, para pasar después a Johnson&Johnson, de cuya mano llegó a España en 1981. Seis años más tarde montó una pizzería en Madrid en la que él mismo amasaba la pasta hasta que dio con el secreto. Montó entonces, a modo de prueba, Pizzaphone, que más tarde se convirtió en Telepizza. En 1993 ya contaba con 100 tiendas en España y hasta 204 dos años después. En 1996, Leo se quedó sólo al frente de la empresa y en ese momento Telepizza entró en la Bolsa española y comenzó una vertiginosa carrera. En mayo de 1997 adquirió Pizza World por 1.900 millones de pesetas, después una empresa de transportes y luego la de su proveedor de quesos. Y de repente, en 1999, Leo decidió vender todas sus acciones, una operación por la que ingresó unos 300 millones de euros (50.000 millones de las antiguas pesetas) e ideó la mayor yeguada del país, ubicada en la finca segoviana Monasterio San Pedro de las Dueñas.
Ahora ha decidido regresar al mundo empresarial, y además, a lo grande, animando el entramado bursátil y ya está buscando en la red el secreto para Jazztel. La operación (valorada en alrededor de 39 millones de euros) se articulará a través de una ampliación de capital.
Fuente: La Nueva España